Córdoba y el Guadalquivir. Construcción de un ideario de futuro

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Fernando Osuna Pérez

17 MAR 2022

 

"Reflexión sobre el papel del río como configurador de la ciudad, que ahonda en los elementos estéticos, perceptivos, cotidianos y esenciales de Córdoba, a partir de las descripciones, trazos y propuestas más representativas de su historia; desde una doble vocación, local y universal."

  

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Evolución del plano topográfico de Córdoba desde finales del siglo XIX hasta principios del
siglo XXI. Extractos del Mapa Topográfico Nacional de España a escala 1/50.000 (varias fechas).
Instituto Geográfico Nacional.

  

El estudio de la Córdoba del Guadalquivir, brinda la posibilidad de profundizar en el conocimiento de este enclave, prestando especial atención a los fenómenos de continuidad y cambio que en estos lugares se producen con el paso del tiempo, como conjunto de oportunidades y actitudes frente a la ciudad y el territorio, que de manera simultánea, pretenden ser identificadas y valoradas. En el caso de Córdoba, muchas de esas actitudes y oportunidades permanecen “bajo tierra”, dignas de ser reinterpretadas y proyectadas hacia el futuro.

  

El hecho de que Córdoba sea una ciudad de enorme espesor histórico, cuya estructura y dimensiones principales han permanecido inmóviles durante tan largo periodo de tiempo junto a un río, el Guadalquivir, caracterizado por su variabilidad, trazado rotundo y alimentado por los afluentes que se derraman por sus “dos orillas” —Sierra Morena en la margen derecha y la Campiña en la izquierda— fertilizando su vega, hacen de su relación un objeto de estudio en sí mismo.

  

La grandeza de esta ciudad, sus riquezas naturales y el río como vía de comunicación comercial, conforman el sentido primigenio de esta relación. En el siguiente epigrama, atribuido a Séneca, éste dedicaría las siguientes palabras al carácter de la ciudad en su contexto:

 

“Yo, en otro tiempo tu gran ciudadano, tu gloria, a una roca
clavado estoy; suelta tu cabellera, Córdoba,
y alégrate de que natura con el océano extremo
te baña: de estas cosas te dolerás más tarde.”
 
Séneca hace referencia a una ciudad pétrea, inmóvil, agraciada con todo tipo de beneficios naturales a su alrededor, en un clima mediterráneo introducido por el Guadalquivir hacia el interior peninsular. Sorprenden las últimas palabras de advertencia; parece como si presintiera que las propias virtudes intrínsecas de la Córdoba del Guadalquivir estuvieran destinadas a ser origen de sus problemas. De hecho, y como se verá a lo largo del presente texto, la larga decadencia de la ciudad comienza con la desestructuración del Califato Omeya y el reparto de su territorio entre los “señores de la guerra” y los poderes religiosos. Posteriormente, el descubrimiento del continente americano como lugar de abastecimiento infinito de recursos —donde las riquezas béticas pasarán a un segundo plano— formarán un entramado que influirá determinantemente en la idiosincrasia de esta ciudad. Desposeída de argumentos sólidos para trazar un nuevo rumbo —reinventarse a sí misma— junto al peso de su glorioso pasado, Córdoba se verá abocada al inmovilismo en beneficio de unas oligarquías que, por lo general, permanecerán muy arraigadas a la posesión de sus tierras y bienes inmuebles, privando a la ciudad de un tejido industrial fuerte y la consecuente modernización de su urbanismo. La Ciudad recupera la senda del crecimiento demográfico a partir del siglo XIX y es en el siglo XX cuando eclosiona poblacionalmente, siendo necesaria la rápida obtención de suelos para dar cobijo a la gente que acude desde el interior de la provincia, produciéndose una rápida extensión periférica desarraigada de la ciudad central, la cual se sigue sintiendo única en el interior de sus simbólicas murallas. Los planes que se suceden desde mediados del siglo XX pretenden corregir las carencias de equipamiento (años 60), de integración entre barrios y sus respectivas tramas (años 80) y, finalmente, de dotaciones, infraestructuras y equipamientos territoriales (90 y siglo XXI).

 

Fernando Osuna Pérez es Doctor Arquitecto y Profesor del Departamento de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la ETSA de la Universidad de Granada. Extracto del libro número 47 de la Colección Arquitectura, Textos de Doctorado del IUACC, págs. 25 a 26.

 

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