Un escritor arquitecto

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Esta semana escribe... Juan Antonio Espinosa Martín

Sobre el autor: Doctor arquitecto y profesor en diversas escuelas de Arte y Diseño. Su tesis doctoral fue premiada con mención honorífica en el IV Premio IUACC a la Mejor Tesis Doctoral en Arquitectura y Ciencias de la Construcción. Extracto del libro número 52 de la Colección Arquitectura, Textos de Doctorado págs. 19-20.

Publicado el 10 de diciembre de 2021

 

TB058b  01 bernhard calle 2

 

Izda.: Thomas Bernhard en su casa de Ohlsdorf de Alta Austria, ca. 1964
Dcha.: Bernhard en Viena, noviembre de 1988

 

Al igual que la medicina selecciona a sus pacientes para avanzar en el conocimiento de su ciencia, algunos usuarios peculiares merecerían ser estudiados por la arquitectura con la intención de hacer progresar esta disciplina. La vida del escritor austríaco Thomas Bernhard y la existencia ficticia de sus personajes podrían ser casos de estudio para la disciplina arquitectónica, sus experiencias evidencian que algunas personalidades y situaciones ayudan a esclarecer ideas o formular teorías que afectan a los intereses de la arquitectura y su pensamiento; pues Bernhard es un escritor interesado por la arquitectura desde un punto de vista intelectual y práctico y algunos asuntos planteados en su obra abren un campo fecundo de temas de reflexión. La idea que predomina en su narrativa es el efecto negativo que puede tener la arquitectura en el usuario; sus personajes son víctimas de ella. Que una arquitectura determinada transforma el estado de ánimo de su habitante e incluso «que un edificio puede aniquilar a los hombres que se encuentran a la merced de ese edificio», es una afirmación constante.

 

En su obra puede encontrarse un catálogo extenso de arquitecturas y personajes-arquitectos. Arquitectos que, por ejemplo, proyectan la construcción de una casa con forma de cono en la novela Corrección, una casa de hormigón en la novela Sí o la rehabilitación de una fábrica en La calera. Los habitantes del universo Bernhard –personajes y autor, dado el peso que su biografía tiene en su obra– además de intervenir en la arquitectura proyectando, construyendo, rehabilitando o diseñando, también intervienen en ella en el papel de críticos, pues ninguno de ellos es capaz de abstraerse de la arquitectura que habita. En Bernhard encontramos en este sentido a un escritor-arquitecto que trasciende el sentido que esta expresión atribuye al creador de escenarios que necesita ser todo narrador.
 

Bernhard es alguien que pone en crisis muchos aspectos de la arquitectura, fundamentalmente la que en las últimas décadas ha transformado nuestros paisajes. La aproximación a su figura se justifica porque el escritor encarna un nudo central de la cultura europea del siglo XX. Un testigo de cambios y vicisitudes de índole cultural, política y social, debido tanto a la geografía a la que pertenece, es decir, Austria, Viena, como al momento. Su testimonio abarca casi un siglo, desde la cultura fin de siécle hasta el desarrollo del concepto de cultura de masas. 

 

Arquitectura y enfermedad. Dos temas profusamente desarrollados en su obra. La mirada de Bernhard, como escritor y enfermo, es poliédrica, no tanto por la particularidad de que estuviera enfermo durante gran parte de su vida o porque viviera convaleciente y forzado a pasar largos períodos en hospitales, sino porque estas circunstancias acentúan de por sí la sensibilidad particular con la que cada uno percibe la realidad (y en ella la arquitectura), dando lugar a una visión más completa, compleja y rica. Este es un ensayo que quiere aprender de la experiencia del usuario –reclamación que los personajes bernhardianos hacen continuamente–, del ‘usuario-enfermo’ que aporta una visión personal e hiperhumanizada y del ‘usuario-escritor’ que no se muestra indiferente al mundo en que vive y las arquitecturas que habita. 

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